Cada 6 de junio celebramos en todo el país el "Día de la Ingeniería Argentina", en conmemoración a la primera promoción de ingenieros egresados en Argentina.
La primera promoción de ingenieros graduados en Argentina tuvo lugar el día 6 de junio de 1870, hace exactamente 150 años, en el Departamento de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires. Allí, 12 ingenieros civiles recibieron su diploma.
Sí, así es, los primeros ingenieros graduados en Argentina fueron ingenieros civiles.
El más destacado de ellos fue el ing. Luís A. Huego, cuyo diploma fue el primer título de ingeniero expedido en el país. Su tesis discurrió sobre las vías de comunicación.
Pero no solo por ello es que se lo reconoce.
Desde este año hasta 1874, fue diputado y senador provincial, alternando dichas tareas con las de su profesión.
Fue designado por el gobierno para contratar y fiscalizar la construcción de 118 puentes que se tendieron en la Argentina, y el primer tren de dragado para nuestros ríos.
En 1873, estudió la canalización de los ríos Tercero, Cuarto y Quinto de Córdoba, al año siguiente fue el encargado del proyecto y construcción del ramal de 700 Km. del Ferrocarril Pacífico desde Buenos Aíres hasta Villa Mercedes (San Luís).
En 1876, fue designado por concurso Director de las obras del Riachuelo, siendo suyo el proyecto llamado “Dock Sud”.
Luego de una extensa trayectoria, sus últimas actividades profesionales las realizó al frente de las explotaciones petrolíferas de Comodoro Rivadavia, siendo presidente de Y.P.F. en 1910. En su administración, vislumbró la posibilidad de que el petróleo pudiera enajenarse, un bien de extraordinario valor y que tanta influencia habría de tener en el desarrollo industrial del país. Su altiva actitud en esa hora, salvó a ese gran organismo.
Fue autor de numerosas publicaciones sobre las obras portuarias. Falleció en Buenos Aires, el 4 de noviembre de 1913, a los 76 años.
Entre los sentidos discursos que se pronunciaron con motivo del sepelio de sus restos, el doctor Ángel Gallardo expresó: “Huergo ha sido el primer ingeniero argentino no solo en el orden cronológico, sino también por sus virtudes y su labor profesional”.
El ingeniero Santiago Barabino agregó que “Todos conocemos uno de los rasgos más característicos de su personalidad, la generosidad, ella le condujo alguna vez hasta el borde de su propia ruina, sin que de sus labios saliera una palabra de protesta…”.